Uno de nuestros mayores traumas en el hogar, durante el invierno, es entrar al baño y encontrarnos con un entorno frío y poco acogedor. Ya que el acto de desvestirnos para meternos en la ducha se convierte en un verdadero desafío. Ahora, para evitar este episodio desagradable, la mejor forma de calentar tu baño es el calefactor de baño, porque garantiza un ambiente cálido y confortable.
El caso es que todo baño tiene necesidades específicas de calefacción, por lo que los calefactores deben hacer que esta estancia del hogar sea agradable y cómoda durante períodos cortos de tiempo. Tomar una ducha, por lo general, dura entre menos de 30 minutos y 1 hora. Si bien el calefactor representa la mejor forma de calentar tu baño, no está diseñado para un uso regular, sino para ofrecer un rendimiento rápido y uniforme.
El criterio principal a tener en cuenta al momento de comprar ese artefacto es, por tanto, su poder de calefacción. Pero, ¿Cómo utilizarlos? ¿Cuántos tipos existen? ¿Qué errores debemos evitar durante su uso? Todas estas preguntas serán respondidas en este artículo, de la mano del equipo especializado de VaDeCompras.
Índice de contenidos
Cómo usar el calefactor de baño
Más allá de ser la mejor forma de calentar tu baño, lo primero a considerar es que debemos hacernos con un calefactor eléctrico. Sobre todo porque calienta inmediatamente la estancia y permite disfrutar de un calorcito muy agradable.
El artefacto, por supuesto, debe activarse unos minutos antes de usar el baño o tomar una ducha. Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta, como por ejemplo:
- Asegúrate que la puerta o la ventana del baño se encuentre cerrada y aislada. Muchas veces las ventanas dejan pequeñas aberturas en el sellado de silicona que permiten la entrada del frío.
- En caso de que sean varias personas quienes habitan la casa, puede ser muy útil tomar las duchas seguidamente. De este modo os sacaréis provecho a la subida de temperatura del baño, reduciendo los tiempos de espera y permitiendo el ahorro de electricidad y agua.
Es importante destacar que los calefactores no solo se colocan en el suelo o sobre algún mueble presente en el baño, últimamente también actúan como elementos decorativos que consiguen calentar una estancia pequeña y al mismo tiempo ser útiles y funcionales.
La mejor forma de calentar tu baño: Tipos de calefactores
Una de las razones por la que el calefactor es considerado la mejor forma de calentar tu baño, resideen los diferentes tipos que existen. Especialmente porque se adaptan a diferentes necesidades, sin embargo, todos deben poseer la calificación de protección IP-24. ¿Por qué? Simple; esta acreditación es un indicador de que el aparato eléctrico es apto para estar presente en las estancias húmedas.
Muchas personas clasifican estos dispositivos en dos modalidades: calefactor con soporte (para poner sobre el suelo o en otra superficie), y calefactor de tipo mural (que es más seguro porque reduce el riesgo de hacer contacto con el agua).
Es posible clasificarlos también de acuerdo a la forma en que funcionan para calentar el baño:
- Calefactores con sistema de ventilación: Son dispositivos fáciles de usar y compactos que usan un ventilador para emitir aire caliente. Tienden a ser los más utilizados, porque se pueden mover de una estancia a otra sin esfuerzo. Eso sí, calientan rápidamente y son idóneos para duchas improvisadas.
- Calefactores cerámicos: Contienen una placa cerámica que les permite calentar y retener el calor de forma eficaz. De hecho, emplean una menor cantidad de oxígeno, lo que se traduce en menor resequedad del entorno.
- Calefactores por infrarrojos: Representan la mejor forma de calentar tu baño, gracias a que suben rápidamente la temperatura por su resistencia infrarroja. Además, destacan por no hacer ruido y no consumen mucha energía.
Errores comunes
Ya lo sabéis, mantenernos calientes en el baño es posible gracias a que el calefactor es la mejor forma de calentar tu baño, pero también resulta necesario evitar ciertos errores al momento de usarlo.
En otras palabras, debemos seguir unas cuantas reglas para sacarle el máximo partido, y sobre todo, para sentirnos seguros. Prestad atención:
- Colocarlo incorrectamente: Uno de los errores que cometemos con el calefactor de baño es ponerlo en el lugar incorrecto. Debemos ubicarlo lo más cerca posible de las entradas de aire frío, ya sea una ventana, una puerta, o en la pared que separa el baño del exterior. De esta forma, nos aseguramos de calentar la habitación de manera eficiente, sin pérdida de calor.
- Ignorar los estándares de seguridad: Es muy importante tener en cuenta las medidas de seguridad. El calefactor debe estar a una distancia mínima de 60 cm de la bañera o ducha, pero mientras más lejos este de estas zonas, mejor. Recordemos que el baño es un cuarto húmedo, en el que las salpicaduras de agua son frecuentes.
- No prestar atención al espacio: Otro error muy común es no tener en cuenta el espacio que disponemos. Si el baño es pequeño, no es muy inteligente comprar un modelo grande. Afortunadamente en el mercado existen varios calefactores que se adaptan a espacios reducidos.
- Descuidar los reguladores: Dado que el baño es una estancia que se ocupa solo unas pocas horas al día, resulta conveniente regular bien la temperatura para no calentarla innecesariamente. Tengamos en cuenta que la temperatura en estos lugares debe oscilar entre 19 y 22 grados.
Conclusiones
El calefactor es la mejor forma de calentar tu baño, porque su presencia en estas estancias asegura confort y resultados satisfactorios. Además, es de fácil uso, no requiere instalación u obras, solo basta con conectarlos al toma corriente para cumplir con su función casi que de forma inmediata.
Hay que destacar que estos aparatos se utilizan complementariamente a la calefacción general del hogar, gracias que incrementan la temperatura de manera sectorizada y no mantienen el baño caliente por mucho tiempo, si no están enchufados.
Eso sí, para acertar en la elección de un calefactor, la principal característica que se ha de considerar es su nivel de eficiencia para calentar rápidamente.
