El concepto de familia es algo que va mucho más allá de las palabras. Se trata de algo que se forja durante años y que cualquier padre quiere que quede presente en sus hijos. Por ello, de las muchas cosas que podemos hacer para favorecer el desarrollo psicosocial y emocional de los pequeños hoy hablaremos de los valores que aprenden los niños con el bricolaje.
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¿Qué aprenden los niños con el bricolaje?
Si crees que se trata de un tedioso -o no tanto- trabajo para mantener el hogar en condiciones, te equivocas completamente. Los niños aprenden valores con el bricolaje, de eso no cabe duda. Y, si te apetece, ¡hoy los conocerás con VaDeCompras!
El propio valor del trabajo
Con el bricolaje vamos a conseguir que el niño empiece a entender lo que cuesta conseguir las cosas. Los resultados de cualquier proyecto que emprende un niño siempre son recordados, y con cierto afecto.
El hecho de que tu hijo construya contigo su baúl para los juguetes hará que, sin lugar a dudas, lo sienta como un logro y lo cuide, pues comprende que requiere de un trabajo que él mismo ha tenido que hacer.
La organización
Dependiendo de la edad del niño, podrá aprender un montón de cosas relacionadas con la organización.
Se puede empezar por la simple clasificación de objetos o por enseñar las familias de palabras. Con una lista de los útiles necesarios enseñamos a los niños a colocar las cosas en su lugar, a tenerlas a mano, aprenderán también el orden en que se utilizan en cada caso…
Y lo más importante, aprenderán a dejar las cosas en su lugar después de su uso. Es tan sencillo como comenzar el hábito con premisas como “primero guardamos el destornillador para que no se pierda (para que no nos haga daño, para poder poner otras cosas en la mesa…)”.
El orgullo del trabajo bien hecho
Si desde pequeños enseñamos a nuestros hijos a terminar los proyectos en los que se embarquen, de mayores seguramente tengamos pequeños hombrecitos orgullosos de sus estudios, de sus hobbies y tareas extraescolares… En definitiva, de cualquier labor que desempeñen que, por supuesto, será todo un logro y les encantará realizar y finalizar con éxito.
El cuidado del entorno
El bricolaje, en la mayoría de los casos, consiste en realizar arreglos. Si desde pequeños “mamamos” el cuidar nuestro entorno -aunque sea a martillazos, jeje-, está claro que creceremos con un sentimiento de empatía por lo que nos rodea. Seremos personas preocupadas por ayudar a mejorar en cualquier situación, desde tirar un desperdicio al basurero hasta participar en labores sociales.
La creatividad
Cada proyecto nuevo, si va incluyendo elementos desconocidos para el niño, va a implicar un fomento de la creatividad.
Al no conocer cómo funcionan las cosas, cuáles son los objetivos, qué elementos existen para conseguirlos, etc., el niño va a tirar de inventiva para poder resolver los pequeños quehaceres que le propongas.
Por supuesto, la superación de estos “retos” será tremendamente beneficiosa para su desarrollo. Si, por el contrario, el niño necesita de “demasiada” ayuda, el bricolaje ofrece elementos suficientes para que el pequeño pueda salir airoso, sin sentirse frustrado, habiendo pasado una jornada divertida, en la mejor compañía y con una buena estimulación y un buen aprendizaje de valores.
¿Qué?, ¿te parecen pocos los valores que aprenden los niños con el bricolaje? Porque aún hay algunos más… Echa un vistazo a nuestra sección de ferretería y llena tu caja de herramientas para empezar cuanto antes a infundir todos estos valores en los más peques de la casa.
