Te mostramos los tipos y características de bombillas más utilizadas para que cuando se te funda una o tengas que remodelar tu casa (o realizar cualquier acción que te permita cambiarlas) sepas decidirte por una buena opción conociendo su funcionamiento y demás particularidades.
Índice de contenidos
Bombillas de uso convencional
Las bombillas más utilizadas y genéricas son las que vamos a ver a continuación.
Bombillas incandescentes
Las bombillas incandescentes son las que siempre hemos utilizado. Trabajan fácilmente, emitiendo luz al enchufarlas a la electricidad y haciendo que esta caliente el filamento hasta ponerse incandescente.
De la energía generada, entre un 5 y 15% es luz, el porcentaje restante corresponde a energía calórica, por lo que se consideran poco eficientes en relación a su función, que es alumbrar.
Lámparas fluorescentes compactas
Se trata de la “bombilla de bajo consumo” que empezó a darse a conocer hace unos años, una versión compacta de los tubos fluorescentes utilizados en cocina.
Las bombillas de de consumo bajo funcionan gracias a una mezcla de argón y neón con mercurio que, pasando por una serie de rápidos y complejos procesos físicos y químicos, hace que la energía eléctrica se transforme en lumínica. Se destina el mismo porcentaje de electricidad para crear luz, alrededor de un 20% del total.
Un aspecto negativo de este tipo de bombillas de hogar es que el mercurio es altamente contaminante y la bombilla en sí, muy difícil de reciclar, lo que le quita valor ambiental.
Bombillas Led
En el caso de las bombillas Led, el diodo semiconductor que contienen sirve para que los electrones circulen por él transformando la energía eléctrica en lumínica. No existe residuo enérgetico, todo lo que consumen, el 100%, lo transforman en luz.
Eficiencia
En lo que la mayoría de personas se fijan a la hora de comprar las bombillas es en su precio inicial, arrasando drásticamente las bombillas incandescentes. Sin embargo, para ahorrar realmente, lo que deberíamos tener en cuenta es su eficiencia energética, es decir en el uso que nos van a hacer a la larga.
En resumen, os podemos decir que las bombillas de Led son mucho más eficientes, lo que, con el paso del tiempo nos va a hacer ahorrar en nuestras facturas de electricidad.
Pero queremos enseñarte en qué nos basamos para hacer esta afirmación.
La cantidad de luz se mide en lúmenes (Lm) y la energía utilizada para generarla son vatios (W). Dividimos estas dos cantidades y obtenemos el valor que emite cada bombilla. La eficiencia energética de conversión del 100% se consigue con una emisión de 400 Lm/W.
Así pues, tenemos que las luces incandescentes tienen un valor de entre 15 y 20 Lm/W, lo que se traduce en una eficiencia del 4 o 5%.
El luces fluorescentes consiguen alcanzar una eficiencia de entre un 20 y un 23% contando con valores de entre 80 y 90LmW.
Por último, las luces de LED presenta valores que van desde los 100 a los 1200 Lm/W lo que significa que su eficiencia puede ser de un 25% hasta un sorprendente 300%.
Apostar por la luz LED es apostar por el ahorro, pero también por el medio ambiente, pues son bombillas que emiten una menor contaminación lumínica.